Hay veces que nos sentimos decaídos. Ya sea porque nuestro negocio no va tan bien como debiera o porque tenemos algún problema personal, nos sentimos como comúnmente se dice «de bajón».
Lo que también suele suceder es que buscamos las soluciones (y las excusas) a nuestro estado de ánimo fuera; es decir en otras personas o en otros lugares.
Déjame que te explique una anécdota:
Le peguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano.Él respondió así:
La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad. La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
«El que quiera ser amado, que ame».
Es por ello que muchas veces la solución a nuestros problemas se encuentra en el cómo los afrontamos (desde dentro) y no en buscar culpables (fuera).