¿No te ha pasado alguna vez que llegas a una página y empieza a cargar, sigue cargando, parece que carga y no llega a cargar completamente ni a la de tres?

¿Cuál es tu primer impulso al encontrarte algo así? Lo más probable es que cierres la ventana y te vayas a otra página, no tenemos todo el día.

Un aspecto super fundamental y que muchas veces pasa desapercibido es la velocidad de carga de tu página web o blog. Además, últimamente Google presta mucha atención a este dato, por lo que tener una página que cargue rápido incluso puede servirte a la hora de posicionar tu web.

¿Cómo saber la velocidad de tu blog?

Lo primero que tienes que saber es si tu web realmente va lenta o es sólo cosa de tu ordenador. Por suerte (como siempre), Google pone a tu disposición una herramienta que te ayudará a calcular la velocidad de carga de tu sitio web y además te informará sobre los puntos débiles y qué es lo que está causando que tu web vaya más lenta de lo normal.

Por supuesto, estoy hablando de PageSpeed Insights. Para utilizarlo, simplemente teclea la url de tu página web y dale al botón “analizar”.

pagespeed

Como siempre suelo decir sobre este tipo de herramientas: no te obsesiones con lograr el 100%, es posible que tu web tenga algún plugin que la ralentice un poco, pero que por otro lado sea imprescindible. Creo que con que tengas un mínimo de un 85% ya tendrás una web muchísimo más optimizada que la media.

Otra herramienta que te recomiendo es Website Speed Test de PageScoring. La dinámica es la misma. Introduce la url de tu web y espera a que aparezcan los resultados. A diferencia de la herramienta de Google, en esta podrás ver exactamente lo que tarda en cargar tu página al completo y luego el detalle de cada parte (imágenes, posts, ficheros de javascript, etc).

speedtest

Estas herramientas también te pueden resultar de utilidad si quieres realizar una auditoría SEO de tu web.

Ahora que ya sabes más o menos de que pie cojea tu página, voy a contarte esos 5 consejos que harán que tu página web pueda echar una carrera junto al mismísimo Usain Bolt.

1. Optimiza el tamaño y calidad de tus imágenes antes de subirlas a tu web

Si hay algo que hace que una web o un blog carguen lentamente, son sin duda un puñado de imágenes demasiado grandes o con demasiada calidad. Seguro que lo has visto muchas veces: esas imágenes que van apareciendo poco a poco en la pantalla, en lugar de aparecer de un golpe. Si eso sucede es que normalmente no están optimizadas.

Lo que yo te recomiendo es que utilices algún programa como Photoshop o la alternativa libre Gimp para cambiar el tamaño de las imágenes y luego guardarlas en formato optimizado para web, de esta manera ocuparán mucho menos espacio.

Otra recomendación es Pasar de PNG a JPG, de forma que el tamaño de las imágenes se reduzca drásticamente.

Es un error bastante habitual buscar una imagen en google y coger la primera que nos gusta. Luego la subimos a nuestra web o blog y nos olvidamos. Además del problema del tamaño y calidad, estoy harto de ver imágenes que no cuadran, ya que al colgarlas se estiran o encogen y quedan bastante mal.

Aunque el aspecto estético no influye directamente en el tiempo de carga, sí que influye si quieres transmitir una imagen profesional.

2. Instala algún plugin de cache

Si utilizas WordPress estás de suerte, existen un montón de plugins que te ayudarán con esto. Es posible que ahora mismo te esté preguntando que significa la palabra cache. La cosa funciona más o menos así:

Normalmente cuando alguien llega a tu página web, el servidor muestra la página, que es creada en el momento que el usuario accede a ella (carga los ficheros php y css necesarios).

Por lo tanto, si 20 personas llegan a tu página, el servidor carga 20 veces la página. O lo que es lo mismo, si a tu web llegan 5000 visitas, el servidor tendrá que cargar la página 5000 veces y esta suele ser una de las razones por las que a veces las páginas van lentas o incluso llegan a no cargar directamente: los servidores no dan abasto.

En cambio, cuando utilizas un plugin de cache, se genera una único fichero por cada página de tu web. Por lo tanto, da igual si llegan 3 o 3000 visitas, el servidor habrá cargado los ficheros una única vez y la mostrará cada vez que llegue una nueva visita.

Esto hace que las páginas carguen muchísimo más rápido. Un pequeño inconveniente es que a veces los cambios que se realizan a la web tardan más tiempo en actualizarse, ya que hasta que el servidor no cargue de nuevo las páginas estará mostrando una versión no actualizada de la web (de todas formas es un problema menor).

Para WordPress existen muchos plugins de cache que te ayudarán a solventar la papeleta. Yo te voy a presentar 2, uno más simple otro más complejo, para que elijas tu en función de tus necesidades.

3. Almacena todas tus imágenes en tu servidor

Normalmente esto no es un problema si utilizas WordPress. En otras plataformas como Blogger puedes cargar imágenes que realmente no estén en tu servidor (es decir que carguen directamente desde otra web).

Esto hace que los tiempos de carga aumenten, ya que el servidor tiene que ir a buscar a varios sitios y por otra parte dependes de la velocidad de carga de otro servidor.

Cuando se diseñaban las páginas principalmente en HTML era muy habitual cargar las imágenes desde otras páginas ( y literalmente robárselas por toda la cara).

Ojo también si en tu web tienes instalados Widgets que carguen sus datos desde otras páginas. Suelen ser otro cuello de botella importante.

Hay que prestar especial atención si hemos trasladado nuestra web de un servidor a otro y hemos cambiado de nombre de dominio.

Un error habitual es que al traspasar la web, los enlaces a las imágenes sigan apuntando al viejo servidor, lo cual nos puede representar un par de problemas: primero que no estamos cargando las imágenes desde el mismo servidor, lo cual hará que tarde más y por otro lado, cuando demos de baja el viejo dominio, todas las imágenes perderán el enlace y no aparecerán.

4. Desinstala todos los plugins que no sean estrictamente necesarios

Toda la potencia que tienen los plugins en plataformas como WordPress, son un arma de doble filo. Podemos hacer un montón de cosas de forma sencilla, pero por otro es normal emocionarse y empezar a instalar plugins sin mucha cabeza.

A mi me ha pasado y seguro que a ti también. Ves una página donde recomiendan unos plugins y a ti te pica la curiosidad. Los instalas, los pruebas y luego te pueden gustar o no.

Lo que pasa es que pocas veces nos acordamos luego de desinstalarlos si no los vamos a utilizar. Piensa que aunque no lo uses, cada plugin tiene un montón de ficheros que deben ser cargados junto con la web.

Piensa que cada plugin que instalas es como poner una piedra en una mochila imaginaria. Cuantas más piedras lleves en la mochila, más va a pesar y más lento vas a caminar. Con una web pasa lo mismo.

5. Comprime el código de tu página web

No te puedes hacer a la idea de la cantidad de ficheros con código que debe cargar el servidor cada vez que alguien visita tu blog. Para solventar esto, normalmente existen plugins que te ayudan a comprimir estos ficheros y hacer que carguen de forma más rápida en el servidor.

Esto puedes hacerlo con plugins como Better WP Minify o con otro que ya comentamos anteriormente, W3 Total Cache. Lo bueno de estos plugins es que una vez que están configurados no los tienes que volver a tocar. Simplemente deja que hagan su trabajo.

Resumiendo

La idea que quiero que tengas clara es que una web o un blog se componen de muchos ficheros (imágenes, ficheros php, css, javascript, etc) y que en la medida en que los tengas optimizados o utilices el menor número de ellos, tu página irá más rápida.

Google cada vez presta más atención al tiempo de carga de las webs, ya que como sabes siempre están pensando en mejorar la experiencia del usuario. Así que si quieres hacer feliz a Google y a tus usuarios ¡convierte tu web en un Ferrari!

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