El dropshipping está de moda y se ha convertido en una forma fácil de ganar dinero online para muchos pequeños emprendedores.
En este artículo analizamos en qué consiste esta nueva forma de vender en Internet y cuáles son las diferencias, ventajas e inconvenientes con respecto a un e-Commerce normal.
Además, te damos algunos consejos prácticos si te vas a dedicar a esta actividad, con mención específica a dos herramientas útiles: Oberlo y Debitoor.
Tabla de contenidos
Qué es el dropshipping
El dropshipping es uno de tantos términos importados del inglés en el contexto de Internet.
Pero en realidad tiene su propio nombre en español y ya existía desde hace muchas décadas: es la triangulación de envíos.
Esta técnica comercial hace referencia a las tiendas (en este caso, tiendas online) que venden a los clientes productos de terceros… sin poseerlos físicamente.
Por tanto, el responsable de una tienda que trabaja de esta manera se trata más bien de un intermediario que, al realizar la venta, obtiene un margen de beneficio tras descontar el pago que realiza al proveedor.
Estos son, por tanto, los protagonistas de la triangulación: el cliente final, el vendedor (responsable de la tienda online) y el proveedor (el poseedor de los artículos).
Y este sería el esquema resumido:
- La tienda online de dropshipping anuncia un producto en su web
- Un cliente interesado lo compra
- La tienda online se pone en contacto con el proveedor (dropshipper) que posee el artículo para que lo envíe directamente al cliente. Para evitar confusiones, el proveedor puede realizar envíos ‘enmascarados’, es decir, en el que no se incluye a sí mismo como remitente
Como decíamos, en realidad es un método que se ha utilizado ya anteriormente y que es muy habitual en determinados sectores, por ejemplo el de los libreros: si el encargo es muy grande (numerosas unidades a bibliotecas o colegios), pide a la editorial que los envíe directamente al cliente.
Y en la actualidad, algunos gigantes del comercio online también recurren a esta técnica, como ocurre a menudo con Amazon.
Y trasladado al mundo de Internet, un e-Commerce normal funciona como una tienda convencional, solo que vende por Internet: tiene en stock productos propios o de terceros en su propio almacén, y se encarga del envío.
Pero una tienda online dedicada al dropshipping ni los tiene ni los envía.
Y a pesar de ello, debe dar la cara ante el cliente final: debe procesar sus reclamaciones, ofrecerle servicio de atención, emitir la factura cuando sea requerido, etc.
Esto último es, por otro lado, la principal diferencia de una tienda de dropshipping con respecto a un simple programa de afiliados, que se encargan de cobrar una comisión de intermediación por redirigir al potencial cliente hacia el vendedor, pero ni les cobran ni les deben proporcionar ningún tipo de servicio post-venta.
Ventajas e inconvenientes del dropshipping
Como todo lo que ocurre en un entorno comercial, el dropshipping tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las ventajas están:
- Inversión inicial muy reducida: independientemente del carácter legal elegido para operar (sociedad anónima, autónomo, etc.), lo único que se necesita para vender de esta forma es una página web, a ser posible en una plataforma de garantías como Shopify, Prestashop o similares.
- Gastos fijos mínimos: no hará falta gastarse dinero en el alquiler o compra de un local ni en la contratación de mozos de almacén. De nuevo, los gastos fijos pueden limitarse a los básicos de una web y poco más
- Sin pérdidas económicas por la no colocación de stock: al no poseer los productos, no se pierde dinero con ellos, especialmente si se recurre a un software de importación de artículos automáticos, como veremos más abajo
- Sin gestiones logísticas, pues es el proveedor quien se encarga de elaborar los pedidos y contratar los servicios de paquetería
Y en cuanto a las desventajas, hay tres de ellas a tener muy en cuenta:
- La batalla de la competencia es encarnizada: al añadir un eslabón más en la cadena, el vendedor debe incrementar ligeramente el precio. Pero no demasiado, pues el cliente los podría encontrar más baratos en una tienda online convencional. Por tanto, el equilibrio entre el margen de beneficio y el precio final es bastante delicado
- El vendedor no tiene control sobre el proceso de elaboración y envío: no tiene contacto físico con los productos, por lo que no sabe realmente en qué estado se encuentran ni en qué estado llegan
- Es necesario hacer un sobreesfuerzo en materia de marketing online: redes sociales, email marketing, SEM y SEO para lograr posicionarse por delante de otros shop online convencionales con los mismos productos
Consejos útiles sobre el dropshipping
Para mitigar los efectos de estos inconvenientes, el vendedor debe seguir una serie de consejos.
Por ejemplo, buscar un nicho en Internet en el que no haya demasiada competencia.
Por ello, aunque el precio de venta sea mayor, los clientes finales no tendrán más remedio que recurrir a dicha tienda de dropshipping.
Por otro lado, es fundamental conseguir proveedores realmente serios para que surjan las menores quejas posibles, tanto en la elaboración el pedido como en el envío.
Y por último, para agilizar el funcionamiento del e-Commerce, será útil contar con herramientas automatizadas en algunos procesos internos.
Por ejemplo, Oberlo, un software que permite importar directamente productos de proveedor, calcular automáticamente los precios finales de venta en base a un margen deseado, etc.
Y por otro lado, Debitoor es una herramienta de facturación online que cuenta con interesantes funcionalidades para el dropshipping, como la elaboración de facturas sobre la marcha, desde diferentes dispositivos, tras la petición de un cliente.
Imágen via Shutterstock
