Cuando vamos a contratar un servicio, normalmente prestamos mucha atención al precio, como es lógico.
El caso del hosting para alojar una página web no es una excepción: para muchos clientes, cuanto más barato, mejor.
Y si es gratis, mejor que mejor.
Sin embargo, un análisis detallado sobre este tipo de alojamiento nos descubre más inconvenientes que ventajas, aunque todo dependerá del uso y las preferencias de cada cliente.
En este artículo voy a hacer un repaso a las principales opciones de hosting gratuito que existen actualmente en Internet, con sus pros y sus contras.
Tabla de contenidos
Antes de empezar
Antes de entrar en materia conviene hacer una pequeña aclaración sobre varios términos relacionados con este tema.
Web hosting, hosting y alojamiento web son sinónimos: el último término es la traducción al español de los dos primeros, en inglés.
Todos ellos hacen referencia al servicio que ofrecen determinadas empresas para almacenar archivos en sus servidores, quienes lo publican en Internet y permiten que esté siempre accesible u online.
Por otro lado, el registro de dominios es el servicio que ofrecen determinados registradores acreditados y que se limita a inscribir oficialmente un dominio (terminado en .es, .com, .net y otras muchas opciones) en la ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números, según sus siglas en inglés), que es la organización encargada de gestionar y coordinar todos los dominios, con el fin de que no haya repeticiones ni otros problemas.
Por tanto, el alojamiento y el registro del dominio son servicios independientes, aunque los puede realizar una misma compañía.
En este link conocerás cuáles son las empresas acreditadas en España para registrar un dominio ante la ICANN.
Hosting gratuito por parte de empresas de alojamiento
Muchas son las empresas que se dedican al alojamiento, como 1and1 o Strato, por citar algunas de las más conocidas.
Sin embargo, rara vez este tipo de empresas ofrecen un servicio de alojamiento gratis.
Son en cambio las compañías menos conocidas las que suelen apostar por un hosting gratuito.
Dinahosting, HostWP o Cdmon son ejemplos de ello.
Por ello, hay que prestar mucha atención a si ese servicio es verdaderamente gratuito.
En algunos casos, que no tienen por qué corresponderse con los ejemplos citados, la gratuidad es solo durante un periodo limitado, como los primeros meses o el primer año.
Tras ello, se empezaría a pagar la cuota habitual que ofrece la compañía.
Lo normal es que exista un compromiso de permanencia, por lo que para beneficiarse del periodo gratuito es necesario pagar alguna cantidad de dinero más adelante.
Se puede decir entonces que en estos casos, las mensualidades gratis actúan como gancho para atraer a los clientes.
Pero por otra parte, existen empresas que basan su modelo de negocio en ofrecer una parte de sus servicios de modo gratuito y otros más avanzados, de pago.
Es lo que se conoce habitualmente como Freemium.
Lo que suele ocurrir en estos casos es que lo que se ofrece gratis es un servicio muy reducido: poco espacio de almacenamiento, pocas direcciones de correo electrónico, poco volumen de transferencias diarias, pocas cuentas FTP, sin opciones de realizar backups, sin asistencia técnica ante eventualidades…
La consecuencia de ello es que este servicio básico no satisface las necesidades de un profesional o de un usuario privado con una actividad relativamente intensa.
Son los planes de pago los que ofrecen soluciones suficientes para construir una página web a gusto del cliente, con suficiente espacio de almacenamiento, con software personalizado para modificar el diseño y con otras utilidades, como tareas programadas.
Hosting gratuito por parte de las plataformas de blogs: algunas ventajas
Existe otra posibilidad interesante para quienes desean disfrutar de hosting gratuito: las plataformas de blogs, cuyas ejemplos más reconocidos son Blogger y WordPress.
Una de las ventajas que tienen en común ambos servidores es la sencillez y la rapidez con la que el usuario puede crear su propio espacio online: en apenas unos minutos se logra el registro y la activación del sitio web, y acto seguido se puede comenzar a publicar entradas en el blog.
El principal motivo por el que esta activación es muy rápida tiene que ver con el registro, o mejor dicho, con la ‘no necesidad’ de registrar ese dominio: cada blog es en realidad un subdominio o dominio de tercer nivel con respecto al dominio ‘madre’ o de segundo nivel y, por tanto, pertenece a la empresa que ofrece el servicio de blog.
Con este ejemplo se entenderá mejor:
WordPress.com, cuyo dominio de segundo nivel es “Wordpress” y que ha sido ya registrado en la ICANN, ofrece un servicio de hosting gratuito a sus clientes.
Cada blog nuevo se crea con con el mismo dominio de segundo nivel pero con uno diferente de tercer nivel.
Es decir, imaginemos que queremos crear una web que se llame Hosting Gratuito en WordPress.
En el caso de que ese nombre esté libre, la url completa sería “hostinggratuito.wordpress.com”.
Como “Wordpress.com” ya está registrado, para poder aprobar la creación del blog basta con que WordPress compruebe al momento que ese dominio de tercer nivel no está siendo utilizado.
Otra ventaja de este tipo de alojamiento es que, aunque estos espacios online son bitácoras, no solo permiten publicar posts sino también páginas fijas que no van quedando relegadas según su fecha de publicación.
De esa manera, el aspecto del sitio web es más estable, es decir, más parecido a una página web normal que a un blog.
Desventajas del hosting gratuito en servidores de blog
Sin embargo, son más numerosas las desventajas de alojar una web en este tipo de servidores.
Esta es una relación de ellas:
- Ofrecen un diseño demasiado básico: estas plataformas cuentan con plantillas pre-diseñadas. A menudo, especialmente en el caso de empresas y profesionales, esos colores o esas tipografías no reflejan bien la imagen corporativa de la compañía.
- No permite modificar el código HTML del sitio web: lo único con lo que se puede ‘trastear’ es con el código del texto del post, como por ejemplo el tamaño de los títulos o de las imágenes. Sin embargo, no permite introducir etiquetas HTML en el apartado <head>. Esto es importante cuando se quieren incluir cookies básicas para cualquier sitio web actual, como la de seguimiento de Google Analytics. Además, si se quiere monetizar el blog, las opciones se reducen enormemente. Por ejemplo, cierran la puerta a los programas de afiliación, que también exigen la inclusión de códigos HTML específicos para monitorizar el tráfico redirigido desde tu espacio web.
- Tampoco se puede modificar la Url o el nombre del dominio, al menos de forma gratuita. Y eso genera inconvenientes tanto a nivel de SEO como a nivel de imagen corporativa. En el caso de WordPress, la compañía da la posibilidad de convertir el dominio de tercer nivel en el de segundo nivel, es decir, hacer desaparecer el término “Wordpress” de la Url para que tenga un aspecto más profesional y serio.
- Al tratarse de un sitio web dentro de una empresa mayor, es esa compañía la que determina algunos aspectos legales, como por ejemplo las cookies propias e irrenunciables que utiliza.
- La inclusión de publicidad queda muy limitada. Y en el caso de WordPress.com, queda descartada. O mejor dicho: podría aparecer publicidad en tu blog pero gestionada por WordPress, que se llevaría el beneficio de cada anuncio. Para poder incluir publicidad en un sitio de WordPress haría falta pasarse a WordPress.org, mucho más abierto y completo, pero de pago. En el caso de Blogger, hay buena integración con la publicidad de Google Adsense, pero por contra bloquea el resto de posibilidades.